Mi meta es el camino
Este fin de semana tuve la fortuna de visitar un lugar al norte de
Italia que está muy cerca y de hecho comparte muchas costumbres Austríacas. En
la región de Trentino, conocí un pequeño pueblo que se llama Lavarone, al cual,
incluso demasiados Italianos no van y que no es un lugar que un turista
frecuenta...

El mundo es grande, yo soy muy ignorante y
he visto muy pocas cosas en la vida, pero siento que este lugar es uno de los
que deberían estar por lo menos en el top 20 de los lugares que uno no se puede
morir sin visitar.
Entre las montañas rocosas Dolomitas me encontré
paisajes que quitan el aliento... Eso sí, muchos muy parecidos a los paisajes de
mi niña bonita, Antioquia. Pero aun así es increíble poder presenciar la
magnitud de lo que nos rodea y la belleza de la naturaleza. Me sentí como en
casa estando rodeada de montañas, ese tipo de sentimientos sólo los puedes
sentir cuando estas por fuera, fue un sentimiento muy extraño, como si estas
paredes verdes me protegieran y me ayudaran a seguir adelante.
En uno de los tres días que estuve en este precioso paraje, hice
con unos amigos una caminata a una cima de las Dolomitas llamada Cima Vezzana,
una montaña empinadita, preciosa que fue un reto y una alegría inmensa
conocer...

Mientras mi corazón latía al cien, armonizando con el sonido de los
pájaros, subí pensando las maravillas que nos encontramos en la vida, y
confirmando una vez más que todos estos momentos de la vida pagan el viaje por
el mundo, la venida a esta tierra y también valen cada centavo que invertí en
este viaje a Italia. No puedo sentirme menos que afortunada porque al darme
cuenta de tantas cosas, grandes y pequeñas, el corazón se me llena de gratitud
a cada segundo, y como había visto en algún video de investigación, un corazón
agradecido es un corazón feliz.
Cuando llegué a la cima, encontré a mi monito parado en toda la
punta, esperando que llegara y viera la belleza de paisajes que me tenía
preparados, además de eso me encontré, también en la cima de la montaña (cual
película WILD) un destartalado cuaderno para dejar mi nombre y mi huella… ¡YO
ESTUVE AQUÍ!, yo tuve la fortuna de estar aquí.
Estas son algunas fotos, con el ánimo de antojar a viajar por el
mundo, en grande y en pequeño:
Y de vuelta a casa giramos por Mantova, una ciudad que me recibió de fiesta, una fiesta familiar, de domingo donde todo el mundo está contento y los niños son los que tienen las sonrisas más grandes. Mantova, otra ciudad espectacular.
Fotos, obviamente:
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