Una Florencia fría, pero cálida
Ya un mes…
Un mes diferente, un mes muy muy intenso, de
cansancios infinitos, de risas, insomnio, cosas desconocidas que luego de unas semanas ya comienzan a ser familiares, de mucho italiano, de mucha mucha comida deliciosa, de
sorpresas, frío (mucho frío), nuevas personas que vienen y se van, viejas personas
que están y otras que se van, largas caminatas, hermosas puestas de sol que he perseguido por toda la ciudad,
lágrimas de todo tipo.
Un mes que termina cerrando ciclos…
Hace unas semanas hice mi primer intento de meditar, y dentro de esta meditación me encontraba con muchos lugares fabulosos, uno tras de otro... Y siempre me quería quedar pero no había de otra que seguir adelante, increíble porque cada vez me sorprendía más con lo que veía... Al final me encontré dos palabras APRENDIZAJE y CREATIVIDAD, ahora me parece gracioso y totalmente entendible que fueran esas dos palabras las que se me metieran en la cabeza ese día, porque es precisamente eso lo que estoy haciendo aquí… Es precisamente eso a lo que vine, a potenciarlas, a abrazarlas y a aprender de ellas.
Entre varias opciones que tengo para aprovecharlas al máximo, me voy por la que me dicta el corazón y también por la que sé que representará un reto más grande… Aprender de los mejores, eso me gusta. Esta vez será aprender a ver la vida y el arte a través de unas pequeñas gafas circulares, que he decidido que sean rosa. A pintar mi futuro con trazos simples, certeros, hermosos, reales… A encontrar mi técnica y también a explorar nuevas posibilidades y nortes, porque para qué es la vida sino para vivirla en consciencia y corazón todos los días?
Estas alas comienzan a moverse, puede que no estén las dos sincronizadas en este momento, pero tampoco hay afán, sólo intentando lo lograré...
Burbujas en Piazza della Repubblica
Atardecer de Fiesole
Un querubín undewater
Atardecer Florentino
Atardecer Veneziano
El negocio más hermoso de Monteriggioni
Los 4 en una Siena lluviosa
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